¿Cuántas horas pasas sentado en la oficina? Bien, ¿y cuánto dedicas a su limpieza?
Es probable que las cuentas no salgan. Y esto resulta completamente normal. ¡Bastante tiempo dedicas ya al trabajo!
Sin embargo, hablamos del mobiliario que más se emplea a lo largo del día a día. Como tal, es importante que elimines toda la suciedad que se va acumulando.
Hoy te traemos cinco claves sobre cómo limpiar una silla de oficina.
Porque queremos que estés siempre a gusto en tu espacio laboral. Algo que es inviable si la higiene no forma parte de tu rutina.
Cómo limpiar sillas de oficina
Antes de hablar de cómo limpiar una silla de oficina, conviene hablar de su papel en tu salud. Saber elegir los mejores modelos de silla es fundamental para tu columna.
No obstante, esto va más allá de la ergonomía.
La higiene es un factor esencial en términos de bienestar. Por eso, es importante que le concedas la relevancia que merece.
Dedica unos pocos minutos a dejarla impoluta cuando veas que necesita un repaso. También puedes delegar toda la limpieza de tu oficina en nosotros, escríbenos.
Con nuestros tips, esta labor te será realmente sencilla.
Veamos algunos de nuestros trucos favoritos. Ya te avisamos que en Ático 07 los utilizamos continuamente.
Antes de empezar, aspira bien
El primer paso sobre cómo limpiar sillas de oficina es el de aspirar. Nuestro consejo es que utilices una vaporeta correctamente.
Con estos aspiradores, tardarás poco más de unos minutos en eliminar toda la suciedad.
Polvo, restos de comida, partículas acumuladas… Hay que ver la cantidad de pequeños desechos que se van quedando en las sillas.
Lo mejor es que lo hagas con el modo “baja potencia”. Acto seguido, pasa la vaporeta por el asiento, el respaldo y los reposabrazos.
Haz esto una vez cada una o dos semanas. Una tarea que no solo quita la suciedad, sino que además sirve para alargar la vida útil de esta pieza de mobiliario.
Trucos para limpiar las manchas
Limpiar la tapicería de una silla de oficina se presenta como uno de los grandes quebraderos de cabeza.
¿Qué productos se pueden aplicar? ¿Cómo se deben utilizar? ¿Cómo se eliminan las manchas más resistentes?
Todas estas preguntas, entre otras tantas, te inundarán la mente de dudas. Sin embargo, las sillas vienen con etiquetas que actúan de indicativo.
Esta es la guía que debes conocer:
- Código W. La etiqueta W determina que se puede limpiar en húmedo. Utiliza un paño mojado y utiliza un poco de detergente. Frota en las zonas afectadas hasta que la mancha desaparezca.
- Código S. En este caso, la limpieza debe ser en seco. Lo mejor es que utilices bicarbonato de sodio sobre las manchas y deja que actúe durante unos minutos. Pasado este tiempo retira el bicarbonato con un cepillo. En caso de que la mancha persista, repite este paso añadiendo un pelín de zumo de limón.
- Código X. Las etiquetas X son las más delicadas de todas. Aquí no te quedará más remedio que emplear únicamente el aspirador. Por lo tanto, si tienes estos muebles, sé especialmente cuidadoso en tu rutina.
- Sin código. Es posible que tu silla no tenga ninguna etiqueta. En estos casos, lo más adecuado es hacer una pequeña prueba de los métodos anteriores en zonas poco visibles. Si todo va bien, limpia el resto de la silla de la misma manera.
Aplica acondicionador en las sillas de polipiel
Si tu silla está fabricada con piel o polipiel, es importante que le apliques acondicionador una vez al mes. Como mucho cada dos meses.
De este modo, evitarás que se seque y, por lo tanto, que se estropee. Si no lo haces, es probable que empiece a rajarse poco a poco.
Para ello puedes emplear aceites especialmente diseñados para esta labor. Sin embargo, las cremas hidratantes también han probado su efectividad en la materia.
Una vez acondicionada, deja que se seque. Ya verás el cambio drástico en cuanto a su brillo y suavidad.
¡Ya puedes sentarte con total comodidad de nuevo!
No te olvides de las patas y de las ruedas
Entre todas las pautas que atañen a cómo limpiar una silla de oficina, las ruedas y las patas destacan como las más complejas.
No obstante, solo tienes que mover la silla en una superficie recién fregada para ver la cantidad de polvo que acumulan. Nada es tan molesto como, después de limpiar el suelo, ver que las ruedas dejan una hilera de suciedad.
En Ático 07 te lo queremos poner lo más fácil posible. Así que te traemos una serie de pasos para que todo se resuelva con rapidez.
- Desmonta las ruedas. Dale la vuelta a la silla y desmonta las ruedas. Sí, te tocará abrir la caja de herramientas y sacar un destornillador.
- Raspa la suciedad. Con un pequeño cuchillo de poco filo, raspa los residuos más grandes entre la rueda y la cubierta. Si quedan objetos incrustados, utiliza una pinza.
- Limpia en profundidad la rueda. Utiliza un paño para absorber toda la suciedad. Pásalo por agua y detergente si en seco no es suficiente. Acto seguido, seca la rueda.
- Monta de nuevo las ruedas. ¿Ya tienes las ruedas limpias? Genial. Ahora toca volver a montarlas. Repite el primer paso, pero a la inversa.
- Limpia las patas. Con la estructura de las ruedas montada, pasa un trapo húmedo por las patas. Quita cualquier rastro de polvo y, si hay manchas, aplica detergente. Para terminar, utiliza un papel y seca las patas. Este paso también es útil con los brazos.
Un tip extra: no la dejes al sol
Además de enseñarte cómo limpiar una silla de oficina, queremos que aprendas a mantenerla en buen estado.
En este punto, lo mejor que puedes hacer es alejarla de la luz del sol directa. Los rayos UV son responsables del desgaste del material del tapizado.
No te pedimos que trabajes en una oficina a oscuras. ¡Esto sería impensable!
Pero sí que busques zonas en las que haya sombra. O, en su defecto, cuando te marches del lugar te asegures de que no permanece al sol.
Un pequeño truco para que el mobiliario de la ofi esté siempre intacto.
Con todo esto, esperamos que ya sepas cómo limpiar una silla de oficina sin perder demasiado tiempo en el proceso.
Ahora bien, si tu jornada laboral ya es lo suficientemente estresante, escríbenos. En Ático 07 nos ofrecemos para limpiar toda tu oficina, sillas incluidas.
Porque mereces descansar y aquí es donde aparecemos nosotros. Garantizando, eso sí, que al día siguiente entras en un espacio limpio y reluciente.