¿Qué es un jardín vertical y por qué cada vez más espacios lo incorporan?

Jardín vertical

¿Y si una pared pudiera respirar, regular la temperatura, mejorar tu estado de ánimo y, además, multiplicar el valor de tu vivienda o local?

En muchas ciudades, el jardín vertical se ha convertido en una de las soluciones más inteligentes y sostenibles para disfrutar de un trocito de naturaleza cerca de nosotros.

Y es que lo que antes era solo para grandes edificios y hoteles de lujo, hoy está al alcance de particulares, negocios pequeños e incluso de comunidades de vecinos que buscan tener espacios verdes en sus zonas comunes.

Sea como sea, si alguna vez te has planteado instalar un jardín vertical en tu casa, negocio o proyecto de obra, aquí te damos algunos consejos. Descubre qué es un jardín vertical y todos los tipos que puedes instalar.

¿Qué es un jardín vertical y qué no lo es?

En primer lugar, debemos decir que un jardín vertical es mucho más que una pared con plantas. Es un sistema de jardinería que permite cultivar vegetación en superficies verticales, tanto en interior como en exterior, sin necesidad de grandes espacios, ni jardineras convencionales.

A diferencia de las enredaderas tradicionales, el jardín vertical integra sustratos o sistemas hidropónicos que permiten a las plantas crecer directamente en estructuras fijas, como paneles de jardín vertical, paredes, muros o fachadas.

Dicho esto, si profundizamos, encontramos diferentes tipos de jardín vertical. Veamos cuáles son sus características.

Tipos de jardín vertical: cuál elegir según tu espacio

Como decíamos, no todos los jardines verticales son iguales. Existen diferentes tipos que debemos conocer para elegir el que mejor se adapte a nuestras necesidades.

Es más, elegir el sistema adecuado es fundamental para que las plantas no se marchiten antes de tiempo y luzcan vigorosas por más tiempo.

En los siguientes párrafos veremos los más populares y funcionales.

Jardines verticales con sustrato orgánico

Son los más artesanales y también los más cercanos a lo natural, por eso, este sistema utiliza tierra, musgo o mezclas vegetales como base para que las plantas crezcan. Además, no necesitas demasiada infraestructura, ni conocimientos técnicos, pero sí un poco de cariño y constancia.

Entre sus ventajas encontramos que son económicos, fáciles de montar y con un aire muy natural. Sin embargo, el sustrato se degrada con el tiempo, por lo que tendrás que renovarlo. También requieren riegos frecuentes y no siempre soportan bien los cambios de estación.

Jardines verticales hidropónicos

Estos paneles de jardín vertical dan un paso más allá, porque en lugar de tierra, utilizan sustratos inertes como la lana de roca o la espuma fenólica. Por su parte, las plantas reciben agua y nutrientes a través de un sistema de riego automatizado, lo que permite mantener un control riguroso sobre su desarrollo.

Destacan por su alta durabilidad, menor peso estructural, crecimiento más controlado y menos residuos orgánicos. Además, la automatización te ahorra tiempo y evita errores humanos. Eso sí, la instalación es más técnica y requiere un sistema de fertirrigación. La inversión inicial también es más alta, pero se compensa con un mantenimiento más eficiente.

Paneles de jardín vertical modulares

Si lo que buscas es personalización, este sistema de jardinería vertical es para ti. Los paneles modulares permiten diseñar muros verdes a medida, añadir o quitar plantas con facilidad y adaptarse a distintos espacios. Suelen estar fabricados en materiales resistentes como plástico reciclado, metal o cerámica.

Muchos los eligen porque se instalan rápido, permiten modificar el diseño con facilidad y ofrecen buen aislamiento térmico y acústico si se usan bien. No obstante, a veces se nota la separación entre módulos, lo que puede romper la continuidad visual del conjunto, si no se elige bien el diseño.

Jardines verticales artificiales

Por último, es necesario hacer mención a los jardines verticales artificiales. Estos no sustituyen a un jardín natural, pero pueden cumplir una muy buena función estética. Normalmente, están hechos de plantas sintéticas que no necesitan ni agua, ni luz. Son una solución decorativa que, aunque no purifica el aire, ni regula la temperatura, puede transformar un espacio de forma inmediata.

Algunas de sus ventajas más notables es el cero mantenimiento, aspecto siempre impecable y versatilidad total en diseño. Como contras encontramos que no aportan los beneficios de un jardín real y, si no se eligen bien, pueden verse falsos o desentonar con el entorno.

Beneficios de un jardín vertical

Ahora bien, ¿por qué deberías plantearte instalar un jardín vertical? Lo cierto es que tener cerca un espacio natural de estas características influye en diversos aspectos: desde la salud, hasta la eficiencia energética.

Además, si te preocupa su mantenimiento, recuerda que hay empresas como la nuestra que pueden echarte una mano. Somos expertos en mantenimiento de jardines y podemos hacer que el tuyo brille y destaque aplicando técnicas profesionales de cuidado.

Dicho esto, veamos más detenidamente cuáles son los beneficios de contar con una pared de jardín vertical.

Mejora del aire y del entorno

Para comenzar, diremos que los jardines verticales naturales filtran contaminantes, devuelven oxígeno al ambiente y reducen la contaminación acústica. Es más, un metro cuadrado de jardín vertical puede producir el oxígeno que necesita una persona durante todo un año.

Ahorro energético y regulación térmica

Otro de los grandes beneficios del jardín vertical es su capacidad para actuar como aislante térmico natural. Al reducir entre 3 y 7 grados la temperatura interior, ayuda a mantener los espacios más frescos en verano y más cálidos en invierno, lo que puede suponer hasta un 30 % de ahorro en climatización.

Bienestar psicológico

Está demostrado: la presencia de vegetación reduce el estrés, mejora la concentración y eleva el estado de ánimo. Y es que los jardines verticales aportan sensación de calma, conexión con lo natural y bienestar emocional, incluso en entornos urbanos donde esto suele escasear.

Revalorización del espacio

Un jardín vertical no solo mejora la estética, también aporta valor tangible al espacio. Transmite una imagen moderna, sostenible y cuidada, disimula imperfecciones, divide ambientes y crea puntos focales atractivos. Además, puede aumentar el valor de venta o alquiler del inmueble, haciendo que destaque frente a otras opciones.

Conclusión

Como ves, un jardín vertical no es solo una moda decorativa. Es una inversión inteligente en bienestar, sostenibilidad y valor añadido para tu hogar o tu negocio. Eso sí, para que luzca como el primer día y funcione correctamente a lo largo del tiempo, es fundamental contar con el diseño adecuado y un buen mantenimiento.

En Ático 07 somos especialistas en mantenimiento de jardines y llevamos años ayudando a particulares, comunidades de propietarios y empresas a tener jardines vivos y bien cuidados.

¿Tienes un jardín? ¿Estás pensando en instalar uno? Ponte en contacto con nosotros y te contamos cómo te podemos ayudar.

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